Durante la práctica del ejercicio físico, el tejido musculoesquelético inicia el proceso de contracción muscular para generar el movimiento implicado en la actividad. Este proceso, requiere de energía química en forma de Adenosín Trifosfato (ATP), el cual es proporcionado por los diferentes sistemas energéticos que participan en el ejercicio.

¿De qué depende la utilización de cada uno de estos sistemas?

El predominio de un sistema energético u otro, depende, en gran medida, de las concentraciones de sustratos disponibles al momento de la realización del ejercicio, sin embargo, también depende de la intensidad y duración del mismo, en otras palabras, por el tipo de deporte que se practique.

Fuentes de ATP

Como ya se mencionó, existen diferentes fuentes de energía para generar ATP:

PCr (Fosfocreatina)

Vía glucolítica

Vía aeróbica

PCr (Fosfocreatina)

Indispensable en procesos anaeróbicos alácticos. Es decir, deportes de muy alta intensidad y cuya actividad tenga una duración aproximada de los 0 a los 10 segundos. Por ejemplo, levantamiento de pesas, 100 metros planos o el sprint en futbol (por mencionar unos ejemplos).

¿Cómo se genera la energía en este sistema energético?

La energía del ATP, deriva de cortar el fosfato terminal de dicha molécula para convertirla en ADP (Adenosín Difosfato). La PCr, convierte el ADP resultante, de nuevo, en ATP, donando su grupo fosfato (para así, convertirse en creatina) este proceso es catalizado por la enzima Creatin Kinasa (CK, por sus siglas en inglés). De igual forma, esta reacción es muy rápida y de corta duración, ya que la célula no puede almacenar grandes cantidades de PCr (la concentración muscular de PCr es de aproximadamente 80 mM/Kg de músculo seco o 120 g en total).

En síntesis, durante periodos cortos de ejercicio y de alta intensidad, la PCr sirve como la principal fuente de energía.

Vía glucolítica

Indispensable en procesos anaeróbicos lácticos. Deportes cuya actividad tengan una duración de 10 a 60 segundos, aproximadamente (por ejemplo: carreras de 400 metros). Cabe destacar, que la glucólisis anaeróbica no contribuye con una gran cantidad de energía como la PCr en un periodo corto.

En este punto, se oxidan las moléculas de glucosa a través del proceso conocido como glucólisis, teniendo como productos finales, dos moléculas de piruvato y una ganancia neta de dos moléculas de ATP y dos moléculas de dinucleótido de nicotinamida y adenina (NADH, por sus siglas en inglés).

Vía glucolítica

Indispensable en procesos anaeróbicos lácticos. Deportes cuya actividad tengan una duración de 10 a 60 segundos, aproximadamente (por ejemplo: carreras de 400 metros). Cabe destacar, que la glucólisis anaeróbica no contribuye con una gran cantidad de energía como la PCr en un periodo corto.

En este punto, se oxidan las moléculas de glucosa a través del proceso conocido como glucólisis, teniendo como productos finales, dos moléculas de piruvato y una ganancia neta de dos moléculas de ATP y dos moléculas de dinucleótido de nicotinamida y adenina (NADH, por sus siglas en inglés).

Vía aeróbica

Predominante en deportes cuya actividad tengan una duración por arriba de los 60 segundos aproximadamente, y relativamente, a una baja intensidad, por ejemplo: maratón.

A partir de este punto, cada molécula de NADH de la glucólisis se oxida en la cadena de transporte de electrones para producir 3 ATP por cada molécula de NADH, (este proceso requiere oxígeno y toma lugar en la mitocondria de la célula).

A continuación, se muestra de manera gráfica y resumida, la contribución de los diferentes sistemas energéticos en el deporte, de acuerdo al porcentaje de velocidad máxima, velocidad de carrera y distancia recorrida.