Para el año 2015, un total de 603.7 millones de personas adultas en todo el mundo presentaban obesidad acorde al Índice de Masa Corporal (IMC >30 Kg/m2).

Un IMC alto (IMC > 25 Kg/m2) fue el causante de 4 millones de muertes para ese año, de las cuales, cerca del 40% ocurrió en personas que no tenían obesidad.

La prevalencia de sobrepeso y obesidad está aumentando en todo el mundo, un Índice de Masa Corporal alto ha sido considerado un factor de riesgo importante a tener en cuenta para el desarrollo de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica y muchos tipos de cáncer, así como una serie de trastornos musculoesqueléticos.

De acuerdo a los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020 sobre COVID – 19, la prevalencia de sobrepeso y obesidad a nivel mundial incrementó en las últimas tres décadas, llegando a alcanzar cifras alarmantes en donde dos de cada tres adultos presenta estos padecimientos.

¿Cuál es la prevalencia de sobrepeso y obesidad en México?

En México, la población no está exenta de estos padecimientos, ya que la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en el periodo de 2012 a 2020 incrementó 3.9% en los hombres y 4.0% en las mujeres.

Por otro lado, sólo la prevalencia de obesidad en hombres aumentó 17.5%, mientras que en las mujeres aumentó 7.2% en el mismo periodo. Lo que da como resultado, una prevalencia total de sobrepeso y obesidad de 76% en mujeres y de 72.1% en hombres actualmente.

¿Cuáles son los Estados de la República Mexicana con mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad?

A nivel regional, la mayor prevalencia de obesidad se observa en las regiones del Pacífico – Norte (Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Sinaloa y Sonora) y en la península, que incluye los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán con un porcentaje de 43.9 % y 41.5% para cada región, respectivamente.

¿Cuáles son los factores agravantes de la enfermedad COVID - 19?

Está bien establecido que un exceso de peso, contribuye al desarrollo de comorbilidades que generan mortalidad, discapacidad y muerte prematura en la población. Dentro de estas comorbilidades se encuentran: la hipertensión arterial, dislipidemias y diabetes mellitus, que han cobrado especial interés durante la pandemia generada por el SARS – CoV – 2, causante de la enfermedad COVID – 19, que ha afectado el ritmo de vida de las personas alrededor del mundo, al igual que los sistemas de salud y las economías a nivel nacional y global.

Recomendaciones dietéticas para el paciente con comorbilidades relacionadas a complicaciones por la enfermedad del COVID - 19.

En personas infectadas con SARS – CoV – 2 el estado de nutrición puede determinar la gravedad clínica de la enfermedad por COVID – 19. Por lo tanto, asegurar un correcto estado de nutrición puede disminuir el riesgo de complicaciones en el paciente.

Algunos nutrimentos como el Omega 3, ácidos grasos poliinsaturados y probióticos han sido relacionados a respuestas antiinflamatorias y a una mejor resistencia a infecciones en el tracto respiratorio superior. Los alimentos ricos en Omega 3 incluyen mariscos, aceite de pescado y linaza. La recomendación de alimentos ricos en Omega 3 es de 2 porciones (90 g cada una) de salmón, sardina y arenque por semana.

De igual forma, se recomienda evitar el consumo de sal, grasas y azúcares (bebidas y alimentos con alto contenido de azúcar) e incluir en la dieta lácteos bajos en grasa, así como grasas saludables (aceite de oliva y de pescado) y especias o hierbas como sustitutos de la sal. Cabe destacar que un bajo consumo de agua y elevado consumo de sal contribuye de manera negativa en la función renal. Sumado a lo anterior, el consumo de bebidas azucaradas contribuye al aumento de calorías en la dieta y a la glucosa elevada en sangre, que a su vez, favorece el desarrollo de obesidad y diabetes mellitus.

Frutas y verduras, un gran aliado.

Las dietas ricas en frutas y verduras tienen un alto contenido de vitaminas A, C, D, E y del complejo B, y de minerales como el Zinc y el Selenio que han sido descritas como importantes moduladores del sistema inmune. Las frutas y verduras también son una fuente rica de agua, fibra y antioxidantes que juegan un papel clave en el control de la hipertensión arterial, Diabetes Mellitus y el aumento de peso, los cuales son los factores de riesgo más importantes a tener en cuenta  para el desarrollo de complicaciones en el paciente con COVID – 19.

Lactancia materna y COVID - 19.

Por último, la lactancia materna provee múltiples beneficios para la madre y para el hijo. Lo anterior, debido a que la leche materna contiene anticuerpos que benefician el sistema inmune del lactante, protegiéndolo contra infecciones virales y bacterianas. Permitiendo, de esta forma, recomendar la lactancia materna, incluso en mujeres con COVID – 19.

Fuente:

The GBD 2015 Obesity Collaborators. Health effects of overweight and obesity in 195 countries over 25 years. N Engl J Med. 2017;377(1):13–27. 

Encuesta Nacional de Salud y Nutrición [Internet]. Insp.mx. [citado el 8 de octubre de 2021]. Disponible en: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2020/informes.php 

de Faria Coelho-Ravagnani C, Corgosinho FC, Sanches FLFZ, Prado CMM, Laviano A, Mota JF. Dietary recommendations during the COVID-19 pandemic. Nutr Rev. 2020;79(4):382–93.