Uno de los problemas de salud más agravantes a los que nos enfrentamos día con día son las enfermedades crónico-degenerativas que ocasionan el aumento de la masa corporal, es decir, el sobrepeso y obesidad principalmente, resultante de la sobrealimentación y el sedentarismo o falta de actividad física en la población. Dadas las intervenciones por diversas estrategias nutricionales, de ejercicio físico o en su caso por algún tipo de fármacos o tratamientos estéticos con cirugía, muchas veces no tienen el éxito esperado a mediano y largo plazo para sostener tales acciones, ya que no se tiende enfocar en la raíz del problema, la gestión de emociones y la relación entre las elecciones alimentarias habituales y conductuales. En los últimos años, han empezado haber intervenciones por parte de la psicológica en relación con los alimentos y las emociones resultantes del entorno donde el individuo se desarrolla. La alimentación emocional es una respuesta a las emociones negativas y positivas, ya que en el momento de la elección e ingesta de diversos alimentos, existen factores intrínsecos asociados a una raíz emocional que conlleva a la falta de control de estos alimentos que comúnmente tienden a ser altamente energéticos, bajo contenido de fibra y por lo tanto, carecen de un aporte nutricional óptimo para la salud. Sin embargo no es exclusivo, pero resulta en mayor tendencia, ya que estas accciones, pueden estar fuertemente asociadas al desarrollo de diversos trastornos de la conducta alimentaria.

La alimentación emocional en los trastornos alimentarios puede reflejar dificultades generales con la regulación de las emociones, puesto que estas situaciones, conllevan a una falta de atención consciente al momento de la ingesta alimentaria, que además, tiende a ser relacionada con problemas físicos y psicológicos, como la fluctuación y ganancia de peso, atracones, depresión y la frustración por el fracaso en la pérdida de peso corporal a mediano y largo plazo.

Menditación de Atención Plena (MMT)

El entrenamiento de meditación de atención plena (MMT) ejerce sus efectos beneficiosos sobre una variedad de resultados a través de la regulación de la atención, la regulación de las emociones y concientización humana. Esta idea se llama “atención plena”, la cual consiste en ayudar a que el ser humano trate de ser completamente consciente de lo que sucede en el momento, de todo lo que sucede dentro suyo y todo lo que sucede a su alrededor, constando principalmente de dos facetas: la conciencia del momento presente y la aceptación consciente de los sentimientos y estados emocionales.

También se ha propuesto que la MMT puede facilitar la aceptación y la tolerancia de las emociones negativas en diversas circunstancias, incluyendo el momento de ingesta de alimentos. Las intervenciones basadas en la atención plena comprenden una orientación y asesoramiento educativo y entrenamiento en MMT, este último adaptado para un contexto occidental a partir de las tradiciones orientales de contemplación meditativa, en particular el budismo.

La evidencia también sugiere que la atención plena en la alimentación está relacionada con una una vida más saludable, una asociación que puede operar a través de una mayor aceptación relacionada con la auto-compasión, es decir, una salud a nivel psico-emocional.

¿Cuáles son las limitaciones?

Es muy probable que el constructo de alimentación emocional sea multifacético y dependiente del contexto, un constructo que no puede capturarse completamente utilizando medidas unidimensionales como el cuestionario holandés de conducta alimentaria o de alimentación de tres factores.
Las intervenciones que tratan de centrarse en las conductas sobre la alimentación para bajar de peso, comunmente tienen un alcance limitado para reducir la alimentación emocional, ya que no abordan cuestiones específicas sobre el uso de los alimentos para regular las emociones.

Dicho lo anterior, la alimentación emocional es un concepto que posiblemente requerirá análisis cada vez más profundo para reflejar su naturaleza multifacética, de modo que las intervenciones para perder peso corporal sobre todo en pacientes con obesidad, puedan evaluar con precisión el impacto de la alimentación emocional en los resultados y no solo el peso y la cantidad energética consumida.

Las intervenciones de atención plena relacionadas con la alimentación se han centrado principalmente en el peso y la ingesta calórica como un resultado, en lugar de centrarse en precursores de comer en exceso, es decir, el motivo emocional de estas conductas.

¿Con qué nos quedamos?

Es probable que la variabilidad en los efectos de las intervenciones de atención plena donde se busca perder peso corporal sobre la alimentación emocional, pueda deberse a un enfoque restringido en medir los aspectos actitudinales de la alimentación emocional en lugar de a una gama más amplia de correlatos de la alimentación emocional, por ejemplo, reactividad a las señales y control inhibitorio, regulación de las emociones y la capacidad de distinguir entre hambre/saciedad y señales emocionales para comer.

Sin embargo, las intervenciones basadas en la atención plena para la pérdida de peso, han indicado contar con cierto potencial en su efectividad, ya que la MMT tiende a producir una regulación eficaz de la atención en diversas circunstancias, una regulación de las emociones y una función ejecutiva mejorada frente a quienes no optan por este tipo de intervención.

Cabe mencionar que la variabilidad como se ha mencionado anteriormente, también dependerá de la disposición del individuo o consultante, puesto que pueden existir diversas barreras emocionales que podrían limitar el resultado a largo plazo en relación a la alimentación. Sigue y seguirá siendo una herramienta de intervención que con el tiempo deberá irse mejorando a fin de buscar que el cambio sea sostenible en la alimentación plenamente consciente y que la evidencia se pueda centrar en estudios más controlados y con un mayor número de participantes.

Fuentes:

  • Van Strien T, Frijters JER, Bergers GPA, Defares PB. El cuestionario holandés de conducta alimentaria (debq) para la evaluación de la conducta alimentaria restringida, emocional y externa. Int J Trastorno de la alimentación. 1986; 5 (2): 295–315. 2.
  • Karlsson J, Persson LO, Sjostrom L, Sullivan M. Propiedades psicométricas y estructura factorial del Cuestionario de alimentación de tres factores (TFEQ) en hombres y mujeres obesos. Resultados del estudio Sueco sobre Sujetos Obesos (SOS). Int J. Obes. 2000 3.
  • Teper R, Inzlicht M. Meditation, mindfulness and executive control: the importance of emotional acceptance and brain-based performance monitoring. Soc Cogn Affect Neurosci. 2013 Jan;8(1):85-92. 4.
  • Lattimore P. Mindfulness-based emotional eating awareness training: taking the emotional out of eating. Eat Weight Disord. 2020 Jun;25(3):649-657.