Después de determinar los valores de los tres componentes del somatotipo, se puede realizar una interpretación en función del valor de cada uno de los componentes. Por ejemplo, si los valores son 3(I)-1.6(II)-5.7(III),  siendo el orden regular I endomorfo, II mesomorfo y III ectomorfo, la clasificación sería ecto-endomorfico; es importante agregar la terminación “ico” cuando el componente sea el menos predominante. De igual forma si dos componentes llegarán a tener dos valores iguales superiores al otro, la clasificación no incluye una terminación diferente y se mencionan los dos nombres de los componentes completos, por ejemplo Endomorfo-ectomorfo (4.1-2.3-4). Ahora, si dos valores están equilibrados, con una diferencia máxima de .5, inferiores al valor predominante se denomina balanceado, por ejemplo Mesomorfo balanceado (2-5-2.2). 

El somatotipo se representa en una gráfica denominada somatocarta, la cual, es una representación visual que permite identificar y clasificar las características del somatotipo de una persona, facilitando así el análisis de su tipo corporal. La somatocarta es particularmente útil en ámbitos como la medicina, la fisiología del ejercicio y la nutrición, ya que ofrece una forma gráfica de interpretar las variaciones morfológicas entre individuos.

También conocida como Somatograma, la somatocarta se representa generalmente mediante un triángulo equilátero, cuyas esquinas corresponden a los tres componentes principales del somatotipo: endomorfo, mesomorfo y ectomorfo. Estos tres componentes se encuentran distribuidos a lo largo de los lados curvos del triángulo, permitiendo una visualización clara de los valores numéricos de cada categoría. De esta manera, la somatocarta proporciona una herramienta visual y cuantificable para clasificar a las personas según sus características físicas dominantes, ayudando a evaluar su conformación corporal de manera más eficiente. La forma de ubicar los puntos dentro de la somatocarta es muy similar a encontrar coordenadas dentro de un mapa