Los atletas están impulsados por una fuerte presión interna y externa de alcanzar los mejores resultados. Esta presión ya sea intencional o inconsciente, muchas veces altera la ingesta energética y el gasto energético por el ejercicio resulta siendo muy superior a lo que los atletas consumen, por lo tanto resulta en una baja disponibilidad de energía (BDE). 

En el RED-S por sus siglas en inglés o síndrome de deficiencia energética el cuerpo  no recibe suficiente energía  para cubrir sus necesidades metabólicas.

¿Qué es la disponibilidad energética (DE)?

La DE es la energía restante y disponible para el funcionamiento óptimo de los sistemas corporales después de tener en cuenta la energía gastada en el ejercicio.

Baja disponibilidad de energía (BDE)

La BDE es cualquier desajuste entre la ingesta de energía alimentaria y la energía gastada en el ejercicio que deja las necesidades energéticas totales del cuerpo sin cubrir, es decir, no hay energía suficiente para sustentar las funciones que requiere el cuerpo para mantener una salud y un rendimiento óptimos. 

La BDE se manifiesta de diferente manera dependiendo el escenario, los efectos se agravan más si el atleta se expone a una BDE por un tiempo prolongado, la cual se denomina como baja disponibilidad energética problemática y estos pueden ocasionar deterioros sustanciales y potencialmente a largo plazo de la salud.

Los escenarios que comúnmente se encuentran en el deporte incluyen extremado gasto energético, intentos de mejorar la relación potencia-peso en el caso de deportes como la halterofilia, deseos excesivos de extremada delgadez y alteraciones físicas específicas del deporte. Todo esto puede conducir a un problema de BDE, que puede resultar en consecuencias negativas en la salud y el rendimiento, conocido como “Deficiencia energética relativa en el deporte”.

Una ingesta energética inadecuada ocasiona un mayor compromiso para el cuerpo, favoreciendo compensaciones que desvían la energía de otros procesos, especialmente el crecimiento, la reproducción o el mantenimiento. Esto es positivo en situaciones donde no hay suficiente alimento, en las cuales el cuerpo humano genera estas adaptaciones para sobrevivir, priorizando otros sistemas. Gracias a esto los humanos al igual que otros animales, están adaptados para hacer frente a periodos de BDE, regulando  los procesos biológicos que son temporalmente innecesarios o reducibles. 

Sin embargo, aunque los humanos evolucionaron para ser físicamente activos, no evolucionaron para tolerar algunos programas de entrenamiento de elite modernos o prácticas relacionadas con el deporte, que a veces resultan en un gasto energético extremo que excede la capacidad del tracto alimentario humano para la absorción suficiente de energía o alimentos. En el mundo real, los atletas experimentan esta condición de BDE intencionadamente o inadvertidamente de diversas maneras.

Hidratos de carbono (HCO) Y el REDS

Uno de los temas emergentes en el REDS es el impacto adicional de una baja ingesta de hidratos de carbono. La mayoría de los casos de deficiencia energética van acompañados de una reducción substancial de HCO,, resultando en una baja disponibilidad de carbohidratos.

Los estudios han revelado un aumento en los biomarcadores de resorción ósea junto con un deterioro concomitante en los biomarcadores de la formación de este tejido, estos hallazgos sugieren efectos nocivos sobre el hueso, la inmunidad y los biomarcadores de hierro, como resultado de la baja disponibilidad de HCO, que es muy frecuente cuando hay una BDE.

Problemas Psicológicos y el REDS

Es muy común que el REDS vaya acompañado de desórdenes de la conducta alimentaria, estos pueden ocurrir simultáneamente o por sí solos. 

Los indicadores psicológicos asociados con la baja deficiencia energética problemática y el REDS son fluctuaciones del estado de ánimo, la restricción alimentaria, el afán por la delgadez, la reducción de la calidad del sueño y las tendencias perfeccionistas. También los síntomas depresivos, la disminución del bienestar subjetiva, la dependencia/adicción primaria o secundaria al ejercicio, la ansiedad relacionada con las lesiones y/o la recuperación y el desarrollo de disfunciones eréctiles son otros resultados adversos para la salud mental asociados.

Consecuencias del REDS

Hombres: En atletas masculinos esta condición se asocia a efectos negativos sobre el eje hipotalámico-hipofisario-gonadal (HPG) y las hormonas asociadas, los cuales regulan la función reproductiva; cambios en las hormonas metabólicas;alteraciones de la función inmunitaria; perjuicios para la salud ósea, conduciendo a un mayor riesgo de lesiones o fracturas; así como resultados negativos en el rendimiento y disminución de la acumulación de masa corporal magra, que hace referencia a la masa muscular, y otros tejidos no grasos del cuerpo. Dos posibles indicadores emergentes de las RED en los hombres son la presencia de una libido baja y la disminución de las erecciones matutinas, que se han identificado como consecuencias fisiológicas de la BDE.

Mujeres: En las atletas femeninas el REDS se puede expresar como una amenorrea primaria, esta es la ausencia de la menstruación en una mujer que ha pasado por los cambios normales de la pubertad y tiene más de 15 años; o una amenorrea secundaria, que es la ausencia de la menstruación por un periodo de seis meses o más en una mujer que ya ha tenido ciclos menstruales regulares.

Algunos otros efectos perjudiciales que pueden experimentar ambos sexos es el deterioro de la salud ósea, molestias intestinales, un metabolismo alterado, incontinencia urinaria, metabolismo de glucosa y lípidos alterado, mala calidad de sueño, función cardiovascular deteriorada, desarrollo y crecimientos alterados, inmunidad reducida o una disminución en la función músculo esquelética.

Conclusión

Como se puede observar, el síndrome de deficiencia energética conlleva consecuencias perjudiciales para el cuerpo, que si se prolongan demasiado tiempo podrían resultar irremediables. Es esencial que los entrenadores, nutriólogos y todo el equipo interdisciplinario del atleta trabajen en conjunto para evitar estas descompensaciones y prevenir un desajuste entre la energía consumida y gastada por el atleta, afectando negativamente su rendimiento y salud en general. 

Fuente:

Mountjoy, M., Ackerman, K. E., Bailey, D. M., Burke, L. M., Constantini, N., Hackney, A. C., … & Erdener, U. (2023). 2023 International Olympic Committee’s (IOC) consensus statement on relative energy deficiency in sport (REDs). British journal of sports medicine, 57(17), 1073-1097.