Como se ha demostrado en la literatura, el rendimiento deportivo depende de múltiples factores donde la ciencia y el avance de la tecnología, facilitan el entendimiento de las repercusiones que puede implicar el desarrollo y mejoramiento de diversas capacidades físicas y las adaptaciones fisiológicas en diversas disciplinas deportivas.

Las pruebas o tests, tanto de aptitud física como de destreza atlética, podrán ayudar a controlar, evaluar y dosificar adecuadamente el proceso de la preparación física deportiva. Es por eso que, ningún profesional, debería eludir la importancia cuantitativa de medir con rigurosidad científica y comprender los resultados de dichas pruebas sin antes entender la justificación de su aplicación. Los tests se constituyen, entre las modernas tecnologías de investigación, acerca de la capacidad funcional de los deportistas y los conocimientos de la fisiología del ejercicio, en la cual se busca individualizar y valorar todas las peculiaridades del individuo.

El basquetbol se caracteriza principalmente por periodos de actividad física-deportiva de corta duración e intensivos, donde las capacidades aeróbicas y anaeróbicas son indispensables ante las demandas de este deporte en conjunto. La capacidad de realizar continuamente acciones intermitentes de alta intensidad a lo largo del juego es crucial para los jugadores de basquetbol, a fin de atacar y defender continuamente. Se ha observado que una mayor capacidad aeróbica es esencial para el rendimiento de estos jugadores en los partidos y en la práctica con la finalidad de recuperarse más rápido.

Es por eso que se necesitan diversas pruebas para ayudar a los entrenadores a monitorear a sus jugadores y asegurarse de que tengan la capacidad fisiológica requerida para la competencia.
El objetivo de las pruebas de condición física es evaluar a los atletas en términos de cada componente de la condición física, para determinar qué se debe mejorar a través del programa de entrenamiento y realizar nuevas pruebas en momentos establecidos para evaluar si su condición ha cambiado y mejorado.

Este deporte de conjunto, incluye movimientos de alta intensidad que pueden durar entre 5 a 8 segundos y ejercicios de intensidad moderada de hasta 60 segundos. La duración de las respuestas fisiológicas que involucran el sistema de los fosfágenos y glucólisis ante este tipo de actividad es de 6-8 segundos para un solo sprint o saltos muy explosivos, y la contribución del sistema aeróbico contribuirá para la recuperación ante estos movimientos de alta intensidad y corta duración.

A continuación, se muestran una revisión de las pruebas que pueden ser utilizadas en basquetbol para evaluar el rendimiento deportivo y tomando como referencia la fisiología del ejercicio mencionada en el párrafo anterior.

Figura 1. Prueba de resistencia Yo-Yo

Esta versión fue desarrollada para deportes que requieren esfuerzos físicos intensos seguidos de períodos de recuperación incompleta, como el basquetbol.

Su objetivo es evaluar la capacidad de realizar series de ejercicio intenso intermitente repetido y la capacidad de recuperación durante y tras un ejercicio intenso de estas características. Es una de las pruebas más utilizadas y validadas para la valoración de deportistas de diferentes disciplinas con estas características (futbol, basquetbol, hockey, etc.)

Esta prueba ayuda a determinar el consumo máximo de oxígeno (VO2máx), con la finalidad de evaluar la capacidad de mantenerse realizando un esfuerzo continuo por un largo periodo.

Se utiliza principalmente para medir la potencia explosiva de la parte inferior del cuerpo de un atleta, sobre el ciclo de acortamiento y estiramiento muscular.

• Ubicar los conos tal como señala en la figura 3.
• Se inicia el test corriendo al cono A y posteriormente corriendo rápidamente ylateralmente hasta el cono B y tocándolo con la mano derecha.
• Luego, el atleta deberá dirigirse al cono C, corriendo y desplazándose lateralmente y tocarlo con la mano izquierda.
• Luego dirigirse al cono D (lateralmente) para tocarlo con la mano derecha y volver al cono B para tocarlo con la mano izquierda y volver corriendo de espaldas al cono A.

Figura 3. Prueba T (5-10-5 Shuttle)

Se debe repetir el ciclo 3 veces y anota el mejor de los 3 tiempos, y evaluarse según la siguiente tabla:

Tabla 1. Evaluación Prueba T (5-10-5 Shuttle)

Se ha diseñado para tratar de evaluar la agilidad que mide la rapidez con la que los atletas pueden cambiar de dirección con precisión y de manera eficiente en el tiempo.

4) Y Balance Test: El Y Balance Test (YBT) es una prueba que evalúa el equilibrio dinámico y se utiliza como alternativa al Star Excursion Balance Test (SEBT) como indicador de riesgo de lesiones en las extremidades inferiores (cadera, rodilla y tobillo), extremidades altamente utilizadas en el basquetbol debido al cambio de dirección y desplazamientos que caracterizan al gesto deportivo de esta disciplina. Esta prueba exige un alto nivel de fuerza, flexibilidad y propiocepción.

Los materiales necesarios incluyen una superficie plana y antideslizante, una cinta métrica y herramientas para marcar las líneas. Para llevar a cabo esta prueba se puede dibujar unas líneas en forma de «Y» en el suelo utilizando una cinta plástica o métrica.

Procedimiento: El participante se ubica en el centro de la formación en forma de «Y», descalzo y manteniendo el equilibrio con una pierna, como se muestra en la figura 4. Utilizando la otra pierna (la pierna libre), el participante deberá alcanzar con la punta del pie la máxima distancia posible en cada una de las tres ramas de la «Y» (anterior, posteromedial y posterolateral), registrando las distancias logradas en cada caso. Se llevará a cabo el test con ambas piernas y se procederá al análisis de los resultados obtenidos.

Figura 4. Y Balance Test

Se ha diseñado con el objetivo de evaluar la propiocepción, el equilibrio y el control postural.

Figura 5. Esquematización del Test de resistencia específica intermitente para futbol sala (TREIF)

El TREIF permite evaluar la capacidad aeróbica y anaeróbica o capacidad para efectuar un trabajo intermitente de máxima intensidad, lo que coincide con las demandas fisiológicas de la mayor parte de los deportes de equipo, incluido el basquetbol, así como la capacidad de recuperación individual durante la ejecución del ejercicio intermitente progresivo.